Madrugar-Kms-temperaturas-alimentación-soledad-gastos-lesiones-incomprensión…

En mi lista de pros y contras en lo que se refiere a la práctica de éste deporte, rápidamente se me llena la columna de los segundos. Son muchos los inconvenientes que conlleva la práctica del mushing. Y, ¿por qué sigo? ¿Por qué seguimos?

Creo que todos y todas nos lo hemos preguntado alguna vez, y sobre todo en éste último año tan difícil. Tal vez lo deje y me dedique a las carreras de montaña que tanto me gustan. Pero, el mushing no sólo es un deporte, ES UN ESTILO DE VIDA. Una manera peculiar de vivir.

En mi caso, y como en muchos de vosotros y vosotras, comencé a correr por el campo con mis dos perras, sin más. Un día descubres que aquello es un deporte, con su reglamentación y materiales específicos. Te inicias en aquella carrera que nunca vas a olvidar y de repente, aumenta la familia canina hasta límites insospechables, tu furgoneta empieza a ser más bien un Transformers, el calendario de pruebas llega a ser irrealizable.

Te odio y te amo amigo mushing. Te odio si me faltas, y te amo porque me das vida. Una vida, con estilo.

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